La jueza Candela Montes está más integrada en la isla de El Hiero y se va haciendo a sus costumbres y peculiaridades. Ya no le sorprende que las noticias corran como la pólvora o conocer los peculiares pleitos de los isleños. Pero Candela no ha dejado de ser Candela. Sigue mostrándose muy exigente en el trabajo y en su afán por controlarlo todo. Candela continúa empeñada en resolver el caso de narcotráfico que involucra a Díaz, el empresario que parece estar detrás de casi todas las actividades delictivas de la isla y que se ha cerrado en banda a la colaboración. Mientras tanto, la jueza debe hacerse cargo de un desagradable conflicto familiar en el que se ven involucrados unos padres que luchan por la custodia de sus dos hijas, sin pensar en las consecuencias y que acabará de forma trágica conmocionado a toda la isla. Además la situación personal de candela se torna cada vez más complicada debido a la grave enfermedad que sufre su hijo Nico.
El empresario Antonio Díaz acabó la temporada anterior saliendo de un lío para meterse en unos cuantos más: el divorcio, la pérdida de un boyante negocio de distribución de drogas y la investigación que Candela y la Guardia Civil están llevando adelante a raíz de la confesión que hizo de sus actividades ilegales. Por supuesto, pasados unos pocos meses, se desdice y niega tener nada que ver con el tráfico de drogas ni con la desaparecida traficante Samir. Díaz está empeñado en recomponer su dañada economía y pretende seguir con los negocios ilegales ahora a cargo de Fadi, el hijo de Samir y heredero de un emporio criminal que defenderá sin escrúpulos. Díaz confía en que las aguas regresen a su cauce y fluyan a su favor, pero la llegada a la isla de un sicario con la misión de atentar contra su vida le confunde.
Gaspar es un hombre de negocios duro donde los haya que no duda en manipular a los que lo rodean para conseguir sus objetivos. Sabe aprovechar su atractivo para mostrase agradable y encantador cuando le interesa, pero puede convertirse en un tipo violento si un contratiempo se cruza en su camino. Con una carrera profesional forjada en Miami ahora regresa a España, a la tierra de sus antepasados, para iniciar una nueva etapa. Pero antes debe resolver su conflicto familiar. Gaspar está divorciado de una herreña y es padre de dos hijas que ahora son el centro de una lucha por la custodia en la que no va a hacer concesiones. Está decidido a llevarse con él a Madrid a las dos niñas. Su paso por El Hierro no responde solo a su situación familiar. Gaspar tiene además planes para dar un buen pelotazo urbanístico en la isla y ha identificado el mejor terreno para cubrir de hormigón armado: la platanera de Díaz.
La ex mujer de Gaspar es también la principal víctima de sus arranques y su enemiga en la guerra por la custodia de sus hijas. Una mujer de sensibilidad a flor de piel, que puede resultar demasiado impulsiva e irreflexiva. No sabemos hasta qué punto la vida junto a un Gaspar con un lado muy oscuro hizo que, en el pasado, Lucía acabase buscando refugio en el consumo de drogas. Ahora, de vuelta en su isla natal de El Hierro quiere recuperar el control de su vida al lado de su hermana y crear el hogar adecuado para educar a Ágata y Dácil.
La hija mayor de Lucía y Gaspar está en el centro mismo del huracán desatado por sus padres. Si tiene que elegir es de papá que de mamá, sobre todo porque su padre le ofrece una vida en Madrid que convencería a cualquier adolescente como ella. Pero también siente que es el único apoyo incondicional de su hermana pequeña, Dácil. Mientras la tormenta se desata en su entorno, Ágata, con sus 15 años, se refugia en las redes sociales y en su talento para las artes plásticas.
El hermano de Lucía es ahora su puntal, la persona con la que puede empezar una nueva vida en la finca heredada de sus padres. Alfredo es un hombre cabal, defensor de los suyos, un herreño de la cabeza a los pies y toda una estrella de la lucha canaria.
Tiene solo 8 años y no termina de entender los gritos y los zarandeos de su padre, el llanto de su madre, el silencio de su hermana... Se refugia en un mundo de fantasía, una realidad paralela, más feliz, en el que ha aparecido su tío Alfredo, un hombre de campo rodeado de animales de granja con el que se siente en casa.
El hijo de la fallecida Samir ha heredado un negocio del que el tráfico de drogas es solo una parte. Es un volcán a punto de entrar en erupción. Su ambición, contenida hasta el momento, se desata para extender sus tentáculos por todo el archipiélago canario. Y más allá si puede. En cuanto se lo permiten las circunstancias deja muy claro a Díaz quién manda en el negocio, cuáles son las nuevas normas, y qué planes tiene para él y su platanera.
La hija de Díaz se recupera de la pérdida de su prometido a manos de uno de sus mejores amigos trabajando duro en la platanera. Se ha convertido en la mano derecha de su padre en el negocio por más que este se empeñe en que ella vuele y empiece una nueva vida en la península. Pilar no quiere ni oír hablar de dejar a su padre, pero quedarse supondrá verse inmersa en sus negocios turbios.
La sargento de la Guardia Civil en la Comandancia de Tenerife es destinada a El Hierro para hacerse cargo de la investigación sobre Díaz. Es inevitable que un carácter fuerte como el suyo choque con el de Candela Montes, pero es quien mejor conoce los negocios ilegales de Fadi, de modo que la jueza y el sargento deberán aprender a entenderse.
Posiblemente Idaira sea lo mejor que le ha pasado a Candela Montes en El Hierro. La joven es la mejor cuidadora del pequeño Nico y con ella cerca parece que nada puede ir mal. Pero también es la prima de Lucía Dueñas y muy pronto se verá implicada en el conflicto por la custodia de las niñas.
